Caña al mono, que es de goma

Hoy he recibido de la misma mano de un aguerrido y valiente cartero de Correos, un "certificado" muy especial. Imaginaba que sería una multa -a las que el Exmo. Ayto. de Madrid me tiene acostumbrado-, pero no... Nada más lejos. Abro la puerta y aparece el antedicho ex-funcionario postal, muy similar en aspecto y fonación a Luis Guridi, y me suelta a bocajarro y con premeditación:

- ¿Don A.... A.... D....?
- Sí, el mismo.
- Ha sido usted elegido como miembro de una mesa electoral. Lo siento... Firme aqui.

Le faltó poco para cederme su moquero y prestarme su escuálido hombro en el que llorar. Me ha fastidiado más que una multa, leñe.

Seré primer vocal en uno de los colegios de Ciudad Lineal. No doy mas datos.

Entre mis obligaciones están la vigilancia del correcto cumplimiento de las normas y asegurar el derecho al voto de los vecinos de las 8 a las 20 horas del domingo 27 de mayo, amén de decir en voz alta los DNI de todos los que vengan a votar a mi mesa. Como pago me darán 53,3 euros que irán derechos a la saca, y 5 horas de permiso retribuído al día siguiente.

Lo que más me ha asombrado es lo siguiente:

La condición de miembro de la mesa electoral tiene carácter obligatorio. Si tuviera excusa, justificada documentalmente, que le impidiera la aceptación del cargo, dispondrá de siete días para presentar la correspondiente alegación ante esta Junta.

En el caso de que deje de concurrir a desempeñar sus funciones, las abandone sin causa legítima o incumpla sin causa justificada las obligaciones de excusa o aviso que impone la L.O. del Régimen Electoral General, incurrirá en pena de privación de libertad de 14 a 30 días y multa de dos a diez meses.

A todo esto hay que añadir un librito de unas 50 págs. donde se detallan mis funciones, que he de chaparme antes, repito, antes del evento. Telita.

A partir de hoy sírvanse dirigirse a mí como Exmo. Sr. D. Así pues, en virtud de las atribuciones de mi cargo, queda inaugurado este pantano.