Tapizando en cuero - primera parte
Hoy vamos a aprender a tapizar con cuero, pero sin costuras.
La víctima es una butaca de las baratas... de esas que tienen un horroroso tapizado verde o marrón, pero que, extrañamente, son la más cómodas.
El material usado son 45 pies cuadrados de piel de ternera. Cada pie cuadrado corresponde a un cuadrado de 30 x 30 cms. Lo mejor es que midáis cada pieza dejando unos 4 ó 5 centímetros por cada lado, y vayáis con las medidas a vuestro curtidor.
El acabado es beige anaranjado en flor. La piel en flor tiene la caracteristica de que se le notan las marcas de los huesos, lo que le da un toque irregular y diferente, que es lo que andábamos buscando, y que se note que es piel y no sintético. Además, su suavidad es incomparable y, como no tiene el poro muy marcado, se limpia mejor.
Empezamos quitando el tapizado original y planteando todas las piezas para aprovechar al máximo la piel, evitando los defectos de la misma (agujeros, manchas que no salen, etc. Podemos marcar los defectos en el reverso de la piel con rotulador, de manera que los tengamos presentes al presentar las piezas.
Cortamos dejando bastante sobrante y vamos encajando piezas en la butaca.
El tapizado con cuero es igual que con tela, solo que en algunas ocasiones hay que mojar las piezas para que estire más. Al secarse, el cuero se tensa y queda más ajustado.
Empezaremos por el asiento, que es lo más fácil y eleva la moral para continuar. Como con la tela, pasamos la mano por el asiento para adaptar la piel a la espuma, y ponemos una grapa en el centro de cada lado. Luego vamos grapando del centro a los extremos.
Como véis, he hecho una doblez para el remate de los laterales, de manera que no tengamos que coser las piezas.
Esta primera fase la hice con una grapadora de papel... tengo muchas herramientas pero no todas. Posteriormente me compré una grapadora de tapicero como Dios manda... mi mano lo agradeció.
Vamos ahora con el brazo derecho. Es, con diferencia, el punto más complicado de la butaca, porque tiene forma de salchicha torcida... no sé si me explico... bueno, tengo otro símil, pero no me parece saludable compartirlo en este momento. En fin, la idea es adaptarlo bien, a la base, a la altura del asiento, y luego ir grapando la piel por debajo del brazo. Al principio parece que no saldrá, pero a medida que vais poniendo grapas, la cosa va mejorando.
Una vez grapados los laterales, el remate delantero del brazo lo haremos haciendo cuatro dobleces y grapando debajo para adaptarnos a la forma de la punta. Hay que tratar de hacerlo igual en ambos brazos para mantener la uniformidad.
En la parte de atrás de la piel del brazo he hecho unos cortes para poder montar un dobladillo en curva y meter en él unos hilos de bramante. Esta zona iba cosida originalmente a la tela del respaldo. COn las cuerdas lo tensaremos y graparemos, y no se notará que no está cosido:
El respaldo es un elemento que, si bien no es complejo de montar, sí que hay que ejercer bastante fuerza.
Lo mojaremos bien para poder tensarlo a tope. Fijamos una grapa en la parte de abajo, tensamos y grapamos arriba. Así iremos tensando en diagonales.
De vez en cuando iremos mojando la pieza para que no se seque.
Si os fijáis en el respaldo, parece que no está bien puesto. Cuando se seque la piel, veréis que queda perfectamente ajustado a la forma
De momento es todo. La siguiente entrega, esta tarde o mañana...
Buenos días y buena suerte.
La víctima es una butaca de las baratas... de esas que tienen un horroroso tapizado verde o marrón, pero que, extrañamente, son la más cómodas.
El material usado son 45 pies cuadrados de piel de ternera. Cada pie cuadrado corresponde a un cuadrado de 30 x 30 cms. Lo mejor es que midáis cada pieza dejando unos 4 ó 5 centímetros por cada lado, y vayáis con las medidas a vuestro curtidor.
El acabado es beige anaranjado en flor. La piel en flor tiene la caracteristica de que se le notan las marcas de los huesos, lo que le da un toque irregular y diferente, que es lo que andábamos buscando, y que se note que es piel y no sintético. Además, su suavidad es incomparable y, como no tiene el poro muy marcado, se limpia mejor.
Empezamos quitando el tapizado original y planteando todas las piezas para aprovechar al máximo la piel, evitando los defectos de la misma (agujeros, manchas que no salen, etc. Podemos marcar los defectos en el reverso de la piel con rotulador, de manera que los tengamos presentes al presentar las piezas.
Cortamos dejando bastante sobrante y vamos encajando piezas en la butaca.
El tapizado con cuero es igual que con tela, solo que en algunas ocasiones hay que mojar las piezas para que estire más. Al secarse, el cuero se tensa y queda más ajustado.
Empezaremos por el asiento, que es lo más fácil y eleva la moral para continuar. Como con la tela, pasamos la mano por el asiento para adaptar la piel a la espuma, y ponemos una grapa en el centro de cada lado. Luego vamos grapando del centro a los extremos.
Como véis, he hecho una doblez para el remate de los laterales, de manera que no tengamos que coser las piezas.
Esta primera fase la hice con una grapadora de papel... tengo muchas herramientas pero no todas. Posteriormente me compré una grapadora de tapicero como Dios manda... mi mano lo agradeció.
Vamos ahora con el brazo derecho. Es, con diferencia, el punto más complicado de la butaca, porque tiene forma de salchicha torcida... no sé si me explico... bueno, tengo otro símil, pero no me parece saludable compartirlo en este momento. En fin, la idea es adaptarlo bien, a la base, a la altura del asiento, y luego ir grapando la piel por debajo del brazo. Al principio parece que no saldrá, pero a medida que vais poniendo grapas, la cosa va mejorando.
Una vez grapados los laterales, el remate delantero del brazo lo haremos haciendo cuatro dobleces y grapando debajo para adaptarnos a la forma de la punta. Hay que tratar de hacerlo igual en ambos brazos para mantener la uniformidad.
En la parte de atrás de la piel del brazo he hecho unos cortes para poder montar un dobladillo en curva y meter en él unos hilos de bramante. Esta zona iba cosida originalmente a la tela del respaldo. COn las cuerdas lo tensaremos y graparemos, y no se notará que no está cosido:
El respaldo es un elemento que, si bien no es complejo de montar, sí que hay que ejercer bastante fuerza.
Lo mojaremos bien para poder tensarlo a tope. Fijamos una grapa en la parte de abajo, tensamos y grapamos arriba. Así iremos tensando en diagonales.
De vez en cuando iremos mojando la pieza para que no se seque.
Si os fijáis en el respaldo, parece que no está bien puesto. Cuando se seque la piel, veréis que queda perfectamente ajustado a la forma
De momento es todo. La siguiente entrega, esta tarde o mañana...
Buenos días y buena suerte.
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